Chimalacatlan, piedra angular del pasado al presente


Evidencias

De los primeros pobladores de la Región Sur del Estado de Morelos

Al respecto, existen elementos documentales y físicos que indican la presencia humana, en estas tierras, entre los 22 mil y 10 mil años antes del presente, ateniéndonos a los restos de materiales manufacturados encontrados en “La Cueva Encantada” ubicada en la ladera Este del “Cerro Frío” (parte del sistema Sierra de Huautla) en el pueblo de Chimalacatlan, municipio de Tlaquiltenango, Morelos, México
Estos materiales manufacturados en piedra (líticos), hueso y madera, se encontraron asociados a restos fósiles (huesos) de fauna prehistórica.
a.- Edentado (Paramilodón), b.- Gonfoterio (familia de los elefantes), 

c.- Caballo, d.- Camello, e.- animales pequeños: Anfibios, reptiles, aves, 

musaraña, conejos y murciélagos.
Como dato complementario los fósiles en cuestión corresponden a una fauna que vivió en el Pleistoceno  que comprende de 1.8 millones de años hasta 10 mil años antes del presente. Como apunta el Dr. Eduardo Corona M. encargado del Laboratorio de Arqueozoología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Delegación Morelos, de quien es la anterior lustración. 
Se da prioridad a la fauna considerando que, tras esta, venían grupos (tribus), nómadas humanos que cazaban a estos animales para alimentarse de su carne, utilizar su piel para vestuario, calzado y enceres domésticos, así como sus huesos para tallar objetos punzo cortantes.
En tanto lo anterior, viene a ser un esbozo de la comunidad humana que llega a estas latitudes, cuyas características de flora y fauna le resultan favorables a sus necesidades de vida, toda vez que debieron poseer una estructura social, si bien primitiva, pero en proceso de desarrollo hacia formas más complejas de socialización.
Debieron ser varios grupos o tribus las que recorrieron estas tierras, que de acuerdo a lo que propone el P. Francisco Plancarte y Navarrete, en un momento de la historia, un buena parte del estado de Morelos estuvo bajo el agua de un mar interior, y que al colapsarse las sierras de Huautla y Ocotlán por uno o varios movimientos telúricos, ocurrió una fractura que dio origen  a la cuenca del Río Amacuzac, por donde se fueron las aguas, vía el Rio de las Balsas hacia el Océano Pacífico.
Evidencias de lo anterior son los fósiles petrificados de valvas de ostras en riscos y acantilados del Cerro de Santa María, de Tlaquiltenango, y otros especímenes que desconozco su taxonomía, pero que anexo en imágenes de una Roca de regular tamaño recuperada en el fondo de una barranca del Cerro de Jojutla, cerca del actual “tiradero de basura” de esa cabecera municipal.

En esta imagen se aprecian fósiles que aún no han sido identificados
ni datados.


En esta imagen se muestran tres valvas de ostras o algo parecido a ellas.

Escrito y mostrado lo anterior, trataremos de hacer un esbozo del origen de los primeros pobladores de Tlaquiltenango que vale para muchos de los pueblos del actual estado de Morelos.